Los aceites esenciales son la energía vital de las plantas.
Extraídos de ellas y diluidos en las porciones adecuadas, pueden ser muy gratificantes para cuerpo y mente.
Pero hay una regla básica de utilización: deben de ser usados en sinergia con tu sentido del aroma en ese momento.
Si tu cuerpo no acepta un aroma puede ser debido a una causa física o emocional y no hay que forzarlo, ya que conseguirías el efecto contrario.
Cada esencia produce unos beneficios distintos, desde relajación o alivio de alguna molestia física, hasta estimulación y deseo sexual. Conocer unas y otras te ayudará a saber utilizarlas en el momento adecuado:
Esta son las esencias más utilizadas.
Experimenta con ellas y descubre cuáles te hacen sentir mejor.
Incluso, si te atreves, puedes fabricar tus propias mezclas, con nuevas propiedades que intensifiquen los beneficios en tu piel y mente.